Maison
Francis Kurkdjian
Paris
Mi nota perfumada es la nueva cita mensual que le concedo para hablar del arte de la composición...
Evocar una materia prima o compartir mi visión del oficio de perfumista. Esta primera edición está dedicada a la madera de oud, un ingrediente de actualidad ya que se utiliza en la composición de mis dos últimas creaciones y constituye una de las materias primas más sorprendentes de mi paleta.
¡Qué olor tan extraño el que desprende la descomposición de una madera que evoca la atmósfera de una jaula de fieras! Llamado madera de agar o «aoudh» en árabe, el árbol pertenece a la familia del género «Aquilaria», presente en el sudeste asiático. Su perfume solo se desarrolla cuando la ataca un hongo. Para defenderse, segrega una resina olorosa, utilizada en forma de aceite esencial. Con el oud, la naturaleza nos regala uno de sus preciosos misterios.
Los humanos lo han venerado desde tiempos inmemoriales, hasta el punto de que varias religiones lo queman durante las meditaciones, como un mensaje olfativo a lo divino. Es cierto que sus aromas son tan complejos como las circunvalaciones del alma humana.
« El oud es el ámbar gris del siglo XXI, animal, misterioso y, no obstante, vegetal. »
OUD
Eau de parfum
Entre la sensación divina de la miel caliente y la asfixia provocada por sus inflexiones de olores bestiales, el oud es una gran fiera que hay que domar. En 2012, inicié mi diálogo olfativo con él comparando numerosas propuestas de proveedores. Opté por una calidad protegida de Laos que cumplía con mis requisitos y criterios estéticos: un aspecto afrutado de «melocotón», un acento de «azafrán», un lado ceroso seco, la famosa nota animal y la potencia.
Porque la madera de oud resuena con las flores intensas y opulentas y no se encuentra en la transparencia de acordes tímidos y evanescentes. El embriagador jazmín y sobre todo la voluptuosa rosa son sus flores predilectas. Las especias y las maderas que lo acompañan son potentes y asertivas. Con sus estruendosas notas, la madera de oud abre un campo de expresión inigualable y permite realizar composiciones extremadamente sensuales, abatiendo los mapas de ciertos territorios olfativos.
Mi colección OUD incluye esta fuerte nota en mi alfabeto olfativo. Inaugura una nueva vía de la perfumería francesa y asume el reto de permanecer en la armonía más que en la caricatura. Rinde así homenaje a mi percepción occidental del perfume: elegante, firmado y sofisticado.
