A veces puede ser difícil elegir el perfume adecuado, ya sea para uno mismo o para un ser querido. Siempre comparo el perfume con el amor. En cierto modo, encontrar el perfume perfecto es como encontrar a tu alma gemela. Existe el amor a primera vista, el amor de nuestra vida y, luego, la pasión efímera. Así es como se puntúa nuestra existencia. El perfume es la expresión de nuestro mundo y de nuestro tiempo, una forma de arte contemporáneo de pleno derecho. Es infinitamente personal y dice mucho de nuestra verdadera esencia.
Entonces, ¿cómo regalar una fragancia sin equivocarse?
In 2004, two American researchers were awarded the Nobel Prize for their work on how nose cells perceive smells and transmit the olfactory information to our brain. While this was a major scientific step forward, smell remains the most mysterious of our 5 senses as it is the most personal one: it relies on our olfactory memory. Our brain starts storing sensory and olfactory information from the time we are just a 12-week old fetus!
We are all different, coming from diverse backgrounds and parts of the world… Our childhood olfactory memories have different smells. So, it is easily conceivable that people react differently to the same scent.
Incluso en los perfumes, la suerte sonríe a los audaces.
El placer de ofrecer un perfume se convierte a veces en un quebradero de cabeza...
Para evitar cualquier «faux-pas», la solución más sencilla sería optar por una fragancia que guste seguro. Pero estará de acuerdo en que esta elección, más prudente, ¡no refleja una verdadera inversión personal!
Así que, cuando regale una fragancia a un ser querido, dígale: «He elegido personalmente este perfume para ti porque creo que te representa perfectamente» o «Me gustaría que llevaras este perfume». También puede decirle «Pensarás en mí, en nosotros, cada vez que lo lleves».
Otro método consiste en tejer su propia historia en torno al perfume elegido y a la persona a la que regala. Inspírese en la forma del frasco, el color del perfume, la marca y, por supuesto, su nombre.
Si realmente no encuentra el perfume ideal, considere la posibilidad de regalar una vela perfumada. Es un detalle delicado, menos íntimo y con menos implicación emocional que un perfume, pero que invita a la evasión del alma.
Por último, independientemente de cómo elija su regalo, lo más importante es su toque personal. La simple voluntad de ofrecer un perfume es ya el paso más bonito hacia la construcción de un recuerdo olfativo común que quedará grabado para siempre en las mentes...